Aun no leo el libro. Pero ya el título y enunciado me parecen de extraordinario interés. Efectivamente, la Psicología Positiva ha revitalizado el interés por este tema. Va quedando atrás el esquema del viejo gruñón, triste, solitario, incapaz de reír. El humor, sobre todo durante el proceso de envejecimiento y en ancianidad misma contribuye notablemente a la calidad y duración de vida. Se equivocan los que creen que los veteranos carecen de sentido del humor. Ojalá este libro contribuya a derribar este mito. Raúl Rojas, 82 años 5 meses, periodista en servicio activo y todavía capaz de encontrar divertidas muchas cosas. Felicitaciones por la iniciativa.