Muy buena película que muestra como ir por caminos que no son de Dios solo trae desgracia. Suicidio (Alan), depresión y vergüenza (ex esposa), sadismo y crueldad (Hija) gula y obesidad (protagonista)
Curioso de ver como las personas supuestamente más “inteligentes” y “avanzadas” tienen todos una vida penosa y desgraciada.
En cambio los supuestos padres fanáticos religiosos del chico, perdonan a su hijo y le piden que regrese con ellos.
Cosa que nunca consigue el protagonista. El perdón.
Por sus frutos los conoceréis, y los frutos que han dado las decisiones de vida del protagonista, son de todo menos buenos.