La peluca de la protagonista no me dejaba concentrarme en la trama.
La actuación no es creÃble en Max, no asi en Ramira, de risa la forma en que presenta las tocadas en las periferias, no deja de tener el estilo televisa, el personaje de Ramira es creÃble pero la pelÃcula me resultó insoportable por la exotización de la pobreza, el discurso propagandÃstico de ser una obra sobre mujeres resulta débil y panfletario.
Escenas que rayan en lo ridÃculo e inverosÃmil.