Incoherente, intenta ridicularizar a Napoleón pero se dispersa sin conseguirlo en saltos históricos incomprensibles, y frases grandilocuentes, rancias y apergaminadas. Rezuma gloria anglosajona hasta aburrir y divertir. Batallas de arenga y siesta, mezcladas con amorÃos de madona sadomaso y petrimetre sumiso de tricornio y narcisismos afrancesados. Y lo peor, que no se acaba nunca...