Un desproposito desprolijo y sin orden. con acepciones e interpretaciónes muy poco bien conectadas y una narrativa que pretende ser elocuente y sublime, pero peca de fanfarrona y exagerada; cómo suele ser el Cine español. "El hoyo 2" es una pelÃcula para que te quede dando vueltas la cabeza con ideas poco elaboradas. tenÃan hartos recursos, y una historia que se iba construyendo bien con aquel protagonista (el piromano) y la chica del flequillo. no termina de explicar el pasado de ella, y por qué está ahÃ. y tampoco terminan el descenlace del piromano pelado y gordo; más bien lo terminan desechando, para seguir la pobre historia en guión ya que la pelÃcula también es muy apurada en contar y contar detalles que más que esclarecer y construir, terminan dando más interludio e obsoletismo haciendo que pierda el interés por no entender los sucesos y argumentos tan subjetivos. enserio... no es que sea rápida la pelÃcula, sino la narrativa como que tiene la necesidad de apurarse en narrarte todo. por último (y esto parece ya lo último más burdo y morbido de esta pelÃcula) es que vuelven a meter al personaje de la primera parte como forma referencia, pero también no indagan y es pobre su participación en la trama, el piromano vuelve a aparecer (seguramente en las visiones de la chica por estar muriendo poco a poco) un recurso que también usaron en la primera de las visiones del protagonista al ver al viejo del cuchillo. asà que no se siente que la pelÃcula cumpla con sorprender y revelar todo el transfondo. más bien lo complejiza aún más, pero lo hace reciclado y más pobre. la chica como protagonista tampoco se explica su transfondo y no le dan un final digno por respeto a los espectadores que tuvieron que comerse toda la hora y veinte viendo a la chica sin hacer absolutamente nada! sólo salva a un niño y se deja morir. mejores pelÃculas como Vivarium hacian este concepto de terror/thriller/suspenso que ésta pelÃcula. los españoles tenéis que calmarse un poco y dejar de lado tanto progresismo y enfocarse más en redactar bien una historia. dejad las drogas también