La pelÃcula "El Niño y la Garza" evoca una montaña rusa de emociones y deja un sabor agridulce en mi experiencia cinematográfica. A destacar, las valiosas lecciones sobre la vida y el duelo presentes en la narrativa, respaldadas por escenarios exquisitamente detallados que transforman la pantalla en una obra de arte viva. La banda sonora, aunque no tan memorable como otras, se integra de manera armoniosa con la historia.
Sin embargo, ciertos aspectos generan descontento. La relación entre el padre del protagonista y su tÃa resulta impactante, quizás culturalmente arraigada, pero personalmente incómoda y perturbadora. Este elemento marcó un quiebre en mi conexión con la trama. Además, la pelÃcula deja varios puntos de la trama inconclusos, dejando demasiado a la interpretación del espectador. Aunque la ambigüedad puede tener sus méritos, en este caso, restó claridad a lecciones cruciales.
Otro punto de crÃtica recae en el desarrollo de personajes clave, que quedaron desatendidos, debilitando la trama. A pesar de ingresar al cine sin expectativas, la pelÃcula logró impresionarme en algunos momentos, pero en su conjunto, me dejó una sensación de decepción. En comparación con otras joyas de este estudio, considero que "El Niño y la Garza" se sitúa en el extremo menos gratificante de mi preferencia. Esta opinión es completamente subjetiva y espero que se respete como tal.