La novela resulta buena por los momentos y problemas que pasan en el resto de la familia más que por los protagonistas. Bruno y Bianca lo único que hacen es dar vueltas entre estar, no estar, decir la verdad o no decirla. Yahir también me parece un pelotudo en nunca decir las cosas inclusive por su propio beneficio. Entiendo que el objetivo de las novelas es mantenerte viéndola pero la verdad es que hasta se hace molesto y denso. Son más interesantes los problemas de Flavia, la discordia entre Guillermo y Ariel, lo que pasa entre los empleados más que lo que les pasa a los amantes que te llega a aburrir y hartar.