Probablemente, lo mejor de ‘Alex Rider’ sea su universalidad. En sus tres primeros episodios, he encontrado un visionado para el público general, también para el familiar. Pero sin bajar en ningún momento el nivel de la trama o de los conflictos que en ella encontramos. Acostumbramos a que, para acoger a la totalidad del público, incluidos los más jóvenes, se ‘infantilicen’ medianamente las historias. Sin embargo, en este caso, la madurez de la misma se mantiene, pero la cercanÃa de su protagonista permite que sus homólogos conecten con él y se sientan atraÃdos hacia el nuevo mundo que se abre ante Alex.