Es malo. Cuando ante un libro de estas características te premian por "resucitar el sentido común" entonces te has casado con el mundo. El mundo te aplaude porque eres de ellos. Jamás hubiera creído que el escritor fuera un teólogo y filósofo. Solo dice lo que anhela su corazón: el triunfo dentro de la iglesia de la peor condensación de todas las herejías: el Modernismo. Y ni le dio para dar supuestos fundamentos bíblicos si es que ante tamaño despropósito los hubiera encontrado. Un mal libro que para lo único que me sirvió es para tener claro que se usa el Nombre de Dios en cuanta herejía hay y que pudo haber sido escrito solo porque el famoso papa estaba muerto. Aunque no niego fuera el pensamiento herético también del propio papa al que menciona. Nada más que agregar.