A todo aquél que le gusten los 80 no pueden perderse ninguno de los temas de este y de los demás álbumes de Tomoko Aran. Su obra es tan diversa mezcla de géneros y guiños a la jazz, pop, incluso a la música clásica que es imposible encasillarla. Creativa, genial, con humor, sensual, natura, simple. No me canso de escucharla, parece el eslabón perdido que siempre quise encontrar. Algún día se descubrirá más y será un clásico.