Blackout es uno de los álbumes más influyentes de este siglo. Eso es un hecho innegable. Su influencia está clara en géneros como el k-pop, indie pop, IDM e hyperpop (y para este último fue fundacional). Sí, sé que se trata de un álbum creado por muchos artistas diferentes con el motivo de vender, como muchos otros de la época, pero eso no le quita mérito en mi opinión, sino al contrario; lo vuelve aún mayor.
Es la cima del pop de los 2000, y su estética fría pero chillona y mordaz sigue muy vigente.