La verdad no me parece que un público de niños de aproximadamente 12 años o hasta menos, necesite dar rienda suelta a su imaginación con temas muy fuertes como los que toca este libro, aunque la enseñanza final se quiera dar a entender positiva, no se puede pasar desapercibido que el trayecto de la lectura tiene presente mucha mas incentivación a sentimientos sexuales y expectativas de este ámbito de lo que muchos padres preferiríamos no despertar de esta manera en nuestros hijos