Morgana Marr – Google

El argumento es interesante, pero hay cosas demasiado exageradas, como que sean tan religiosas, siempre nombrando a Dios y a la iglesia, y en sus vidas no sean consistentes. Las actuaciones son muy malas, la producción deja que desear, por ejemplo, en el spa vuelan esas cortinas blancas como si hubiera viento y el árbol de al lado ni lo nota, las hojas y ramas duras; las estrellas no titilan, etc.... El vestuario es muy lindo, pero cuánta ropa tienen?, nunca repiten una prenda?, Carolina del Sur en verano, donde hace un calor terrible, con sacos de lana, vestidos de manga larga, una va de vestidito con tirantes y la otra al lado abrigada. En fin, para pasar el rato.

La serie no es mala, no me pareció muy buena la actuación de la protagonista, comparándola con Máxima, le falta su carisma, no sonríe como ella, la sonrisa de Máxima es su fuerte, y esta chica sonríe con la boca cerrada, su acento inglés es pésimo, te aseguro que egresando del Northlands no hablás así, más que ella luego vivió y trabajó en Nueva York. El resto del elenco zafa. Veremos si hay una segunda temporada.

Pésima, los actores parecen amateurs, además la inclusión forzada, común en Netflix, en lugar de dar visibilidad a la comunidad gay, la hace ver ridícula, cliché tras cliché. Francamente el hecho de ser mujer hetero y blanca me hace sentir mal, escuchando alguna de las frases de la serie. Se puede, y se han hecho, series excelentes abordando estos temas, como "It´s a Sin", pero claro, no es de Netflix. Me decepcionó Kim Catrall, creo que de tanto botox ya no puede ni hacer un gesto con la cara, parece más joven que en "Sex and the City", el diseñador de vestuario la disfrazó, lo único lindo que usa son los anteojos; me temo que se rebaja haciendo estos productos baratos. La trama no tiene sentido, lógica, el actor principal sobreactúa, y todo en él se ve ridículo. Ni se gasten en verla.