Adrianne Hernández

El libro original, como casi todos los libros de Spota, es una crítica social, dirigida en este caso a los pertenecientes a la clase alta mexicana y a todos aquellos que aspiraban a formar parte de ella. Retrata el cómo un hombre sin escrúpulos y con muchas ganas de vivir de las rentas de otros fue capaz de manipular a la gente a su antojo, aprovechándose únicamente de los deseos superfluos de los políticos y miembros de la alta sociedad. El protagonista, el PRÍNCIPE (no Conde) Ugo Conti era un vividor hecho y derecho, alguien sin escrúpulos ni moral ni una pizca de decencia, dispuesto a todo con tal de conseguir lo que quiere. Y en la película pues no hay nada de esto, al protagonista quisieron humanizarlo por no sé qué tonta razón al meterle un antiguo amor que ni al caso, que lo hace parecer débil y, en ocasiones, hasta luce como un segundón en una historia que se supone que era la suya, y la crítica social quedó diluida en una trama pseudo política. Se ve que le echaron ganas, pero queda muy por debajo del libro de Spota.

No funciona como sátira, ni como parodia, ni como película de misterio, ni como película cómica. Quiso ser todo y terminó siendo nada. Una cosa es quererse burlar del género, otra es que la trama no tenga sentido y que el final sea absurdo. No la recomiendo, no la volvería a ver.

Asquerosa. Julio Verne debe de estar revolcándose en su tumba y Jackie Chan debería de sentirse avergonzado por haber aceptado hacer este bodrio.

La trilogía fue desluciendo conforme fueron pasando las películas y esta tercera entrega es decepcionante, su última mitad y su conclusión fueron tan fastidiosas que arruinó lo que pudo ser una gran saga. Todo el asunto de los asesinatos y desapariciones acabó siendo una obsesión enfermiza combinada con un triángulo amoroso mal llevado, mal planteado y detestable. La protagonista, que en la primera entrega fue un buen personaje, aquí es una Mary Sue idiota que comete errores de los cuales no tuvo consecuencias. Un personaje bien llevado y construido fue lanzado al caño con una relación extramarital por la cual no sufrió ninguna secuela, convenientemente el tipo con el que le puso el cuerno a su marido termina siendo asesinado sin que éste se entere de nada. Lo que es infinitamente peor es que el esposo estaba en otro país sufriendo por su padre enfermo y la protagonista sin vergüenza y con mucho cinismo se acuesta con otro sólo porque sí. Cómo odié que al final el marido no se enterara del engaño y ella se saliera con la suya, son este tipo de Mary Sues las que acaban arruinando una gran historia. ¿Los misterios relacionados a la madre que se vieron en las dos películas previas? Borrados de un plumazo en una escena sin sentido. ¿Los asesinatos de niñas y bebés? Resueltos de mala manera con una explicación rápida. Todo buen desarrollo de trama que se venía construyendo en las entregas anteriores fueron hechos de lado para darle espacio a la Mary Sue y su relación adúltera sin consecuencias. Del asco.

Esta serie es casi perfecta de principio a fin, prácticamente todos sus personajes tuvieron una evolución increíble y toca muchos dilemas sobre la vida y la muerte, sobre el bien y el mal, que muchos, como humanos, nos hemos llegado a plantear alguna vez. Lo único que lamento es que sólo haya durado cuatro temporadas, es una de las mejores series que he visto, la disfruté muchísimo.