Me pareció muy fácil de leer, pero la historia pasó sin más. No conseguí conectar con los protagonistas: Leah se supone que tenía 19 años y tal cual la pintaban parecía una cría de 12. Axel no tenía ningún fondo, un personaje muy básico. El resto de libro, descripciones muy forzadas como si la autora buscara lograr una frase poética instagrameable. Leeré la segunda parte sólo para cerrar la historia, pero no creo que vuelva a leer nada de esta escritora.