Gladys Peñuela-Kudo

Pese a lo inexplicable del comportamiento del depredador, mantiene la tensión. Eso sí llena de lugares comunes, verbigracia, el policía ingenuo que puede ayudar pero que siempre termina asesinado. Las actuaciones son convincentes, así el final del asesino sea inverosímil, porque después de tener un cuchillo enterrado en el cuello y ser baleado logra nadar a la orilla. Si era por lo del gracias de la víctima, ya se había entendido que ella quería la vida y que de hecho luchó por ella.

Una cinta bien realizada, con buenas actuaciones, bien ambientada, buen ritmo. La temática puede disgustar, pero ese tipo de personas existe en todo lado: poderosos llenos de soberbia, terquedad y culpa, una mezcla abominable que da como resultado situaciones casi demenciales. El mensaje es contundente, por más que se cave, hay situaciones irreversibles. A algunos les puede disgustar el final ,pero a mí me parece el más lógico.

Desde el comienzo, con el cuento reforzado de la chica bien que termina de prostituta de calle y es contactada para llevar a cabo un venganza contra una red internacional del crimen, hasta las pésimas escenas de sus fracasos como asesina, todo es casi ridículo. Qué mal guión y qué mala dirección. Lo rescatable la música, algunos momentos de la actuación de los protagonistas y ciertos escenarios.

Cinematográficamente la película está bien ambientada, con buenas actuaciones, con un ritmo y una fotografía adecuadas, pero eso de tomar personajes de la vida real e inventarles una historia sí me parece abusivo. Sobre todo, porque el nombre de estas mujeres, una arqueóloga y otra geóloga, que vivieron en una época muy difícil para las mujeres, debería ser reivindicado por sus aportes a la ciencia y no por situaciones sexuales inventadas y convenientes para nuestra época. La gran y luchadora Mary Anning debió ser exaltada de otra manera.

Con impresionantes escenarios, buenas actuaciones y el respaldo de una historia real, es una cinta que vale la pena ver. Resulta increíble que estas dos personas hayan podido sobrevivir no solo a los peligros naturales sino a la soledad y al silencio en un territorio tan inhóspito. No es apta, eso sí, para los amantes de la acción y la violencia, porque transcurre con un ritmo acorde con la situación.