Para todos aquellos que las series les parecen lentas, aburridas, predecibles, que el terror presentado no es terror, mejor vean Rápido y Furioso, o las interminables series de Harry Potter para que se sientan acelerados, no aletargados y aburridos. Mis queridos aburridos, no existe más terror que la realidad del ser humano, sólo observen a nuestra sociedad en su vida diaria y se darán cuenta. La serie aborda el fanatismo religioso de una comunidad católica, una religión como todas (porque yo no conozco alguna que no condene a las demás alegando que es la verdadera) y cómo el ser humano es un ente atormentado por las ideas primitivas que aún perduran en nuestra sociedad mundial contemporánea. Religiosamente hablando vivimos en la Edad Media, todo mundo tratando de definir a Dios, sin darse cuenta que la idea de Dios, no tiene nada que ver con lo que el hombre común piensa de él. Siento desilusionarlos, si Dios existe, no espera nada del hombre, no esperen nada de él. ¿Quieren saber qué es Dios?, lean: El Arte de Amar de Erich Fromm y Sidharta de Hermann Hesse. La serie tiene actuaciones memorables y diálogos reflexivos y poderosos, algunos no tanto, pero eso no la demerita, porque al final de cuentas asà somos los humanos, nos somos perfectos ni todo es hermoso en nuestras realidades. La serie es un retrato de la culpa, el dolor, la manipulación, el control, los sueños, la falsa esperanza, las falsos lideres y profetas, las ideas religiosas equivocadas, como las ideas preconcebidas de los ángeles y los demonios, de lo que es bueno y es malo, etc. Un retrato de nuestra realidad. Tengo 48 años y tuve un amigo que era cura, murió este año, joven y atormentado. En dÃas previos que vi la serie soñé que lo veÃa de nuevo, que yo llegaba a su parroquia donde él oficiaba misa y estaba parado en la entrada. Yo llegaba y le decÃa: hola Yorch. Sólo estábamos él y yo en la puerta de su parroquia. Él me miraba fijamente, serio y sólo me decÃa: no puedes entrar, tu y yo tenemos pensamientos diferentes. Yo me retiraba desconcertado, molesto y triste a la vez. Ahora que recuerdo a mi amigo el cura sólo quisiera que hubiésemos sido dos seres humanos dándonos un abrazo fuerte de amigos, sin que mediaran pensamientos ni ideas religiosas radicales, sólo dos amigos.
Cada quién le puede dar a una serie la interpretación que quiera y es válida. Para mi sirvió para reflexionar sobre nuestra vida, sobre nuestros semejantes, sobre lo que debemos y no debemos esperar después de la muerte y sobre todo, que no hay que vivir engañados, temerosos y atormentados sino felices.