Me encanta la capacidad de Murakami para crear mundos, y en esta ocasión, la lleva a otros niveles.
Muy bien hilado, con capítulos a veces much más largos, y otros brevísimos al punto de generarte la necesidad de seguir leyendo para ver su desarrollo.
El final me decepcionó un poco, pero a la vez me pregunto si hay realmente un "buen cierre": sinceramente, fue difícil salir de 1Q84 para volver al mundo real.