La última entrega de 'Cazafantasmas' se presenta como una oportunidad desperdiciada de rendir un homenaje digno al legado de los personajes icónicos. Lejos de ser un tributo respetuoso, la pelÃcula se siente más bien como una excusa endeble para reunir al elenco original, sin proporcionarles un guion a la altura de su legado. La trama adolece de serias incongruencias, con subtramas dispersas que no convergen de manera coherente, culminando en un desenlace apresurado que intenta resolverlo todo en los últimos tres minutos.
Es innegable la nostalgia y el breve júbilo que produce ver de nuevo a los Cazafantasmas originales; sin embargo, esto no compensa la falta de una narrativa sólida. La pelÃcula intenta mezclar elementos modernos con la estética y los personajes de los 80, pero lo hace de manera torpe, resultando en una amalgama confusa que no logra capturar el espÃritu ni la esencia de las obras precedentes.
En esencia, este intento por revivir la franquicia no hace más que sumirla en una mezcla mal concebida de fantasmas y personajes forzadamente incluidos, sin lograr un equilibrio entre lo moderno y lo obsoleto, entre la innovación y la tradición. En definitiva, el resultado es un 'Frankenstein' cinematográfico que carece de fundamento y desaprovecha una valiosa oportunidad de honrar verdaderamente a 'Cazafantasmas'.