INMACULADA BARO FUERTES

El nuevo "Corazón" de La 1 parece haber adoptado una fórmula más parecida a la de Sálvame, lo cual, en lugar de aportar frescura, ha dejado una sensación de flojera y falta de identidad propia. El programa se ha centrado demasiado en el cotilleo barato y en las disputas entre colaboradores, lo que le da un aire mucho más sensacionalista y superficial. Esto dista mucho del formato anterior, que aunque también de entretenimiento, ofrecía una atmósfera más relajada y menos agresiva, donde los temas de corazón se trataban con un tono más equilibrado y profesional. La verdad es que, aunque el nuevo enfoque ha perdido el encanto del programa original, hay un factor que me sigue enganchando: la presencia de Anne Igartiburu. Ella es, sin lugar a dudas, el único valor que mantiene el programa a flote. Para los que, como yo, disfrutábamos del "Corazón" más tranquilo y centrado en los temas del corazón de una forma más seria, es claro que la cadena debería reconsiderar su enfoque. Volver al formato anterior, más sobrio y menos sensacionalista, sería lo mejor para recuperar la autenticidad que ha perdido.