Me encanta como profundiza en el pensamiento humano en todo su espectro. Acercándonos con sus cuentos, moralejas y ejemplos a la sabidurÃa con que nos enseña también p.ej. el libro del Conde Lucanor.
Por poner un pero la chanza del alcohol o quizá la meditación guiada (en una excelente prosa) sea lo más mejorable, pero un libro que no puede faltar en la mesita de noche en algún momento de necesaria introspección.