Carmina López

Libro entretenido, fácil de leer y que engancha. Resulta un poco previsible. El niño, narrador en primera persona, es encantador, con ocurrencias graciosas. Deseando empezar el siguiente.

He tenido que hacer un esfuerzo enorme por leerlo. Los protagonistas anarquistas y republicanos, se ven envueltos en multitud de conflictos debidos a sus propios errores (alcoholismo, drogadicción...) de los que culpan a los demás. En sus momentos más difíciles van en busca de instituciones de la iglesia católica buscando comida y donde dormir, para a continuación quemar iglesias, conventos, colegios católicos, instituciones benéficas... en la semana trágica de Barcelona. Se hace apología del anarquismo, comunismo, independencia... cuando son sus propios camaradas los que los dejan sin trabajo, abusan sexualmente de ella, etcetc. De lo peor q he leído. Había leído todo de este autor pero no voy a volver a hacerlo. Fin.