Si bien miré la serie cuando fue transmitida originalmente, conservando gratos recuerdos, ha sido ahora, 25 años después, cuando la he vuelto a ver (en medio de la cuarentena), que realmente me enamoré de ella.
Los paralelos, las similitudes, con nuestros propios "años maravillosos" resultan increÃbles. Salvando las distancias, las idiosincrasias culturales, sociales y económicas. La escenografÃa de mis "años maravillosos", encuadrados en la vida real mas de una década después de los de la ficción, en poco y nada se parece. Pero en algunos capÃtulos, o en la mayorÃa de ellos al menos, hay algo que logra conectar profundamente. El capitulo "Una canción de verano", es mi favorito. OÃr al narrador confesar que aún guardaba esa primera y única carta "en una vieja caja de zapatos"... fue como oÃrme y verme, a mi mismo, con décadas de distancia, con esa misma caja de zapatos guardando el recuerdo, imborrable, de un romance adolescente lleno de playa, sol y verano.