Para una persona que aborrece la mayorÃa de musicales (como yo) es una grata sorpresa descubrir una pelÃcula de hace 70 años con escenas musicales y coreografias excelentemente ejecutadas de manera dinámica pero muy elegante, que aportan a la trama y reflejan el sentir de los protagonistas y siempre con un toque de comedia en su punto perfecto que no crea desbalance en el estado de ánimo de la canción y la coreografÃa, además refleja una época importantÃsima del cine como fue pasar del cine mudo al sonoro, tiene una dirección excelente con Tomás muy dinámicas y algunas veces surrealistas pero con encuadres prefectos, simplemente una de las pelÃculas más emocionantes que he visto en todos los sentidos.