Maratoneé ambas temporadas. La pareja principal tiene un no feeling espectacular, se aman y se odian en partes no iguales, más odio que amor, pero siguen juntos, trepando en las relaciones internacionales y la polÃtica.
A ella, Keri Russell, la sigo desde Felicity, pero más la disfruté en The Americans. Él, Rufus Sewell, me impactó en El hombre en el castillo.
Son una dupla imparable, pero el éxito de esta serie, son todos los personajes (que actúan magistralmente) alrededor de La diplomática.
Es interesante la mezcla y choque cultural que todo el tiempo ponen sobre el tapete, entre Inglaterra y Estados Unidos. Porque justamente esta serie trata de una pequeña porción de suelo estadounidense, en la embajada, en territorio inglés.
Cada temporada escala un poco más en el conflicto polÃtico, interno y externo. Eso la hace muy entretenida.
Queda en ambas temporadas, un final abierto super electrizante y que nunca deja bien parada a la protagonista y su secuaz marido.
Espero pronto se estrene la tercera temporada porque ¡nos dejaron con ganas de mucho más!