Joel Daimao – Google

Hellraiser: Inferno tira por la borda algunas de las normas establecidas anteriormente en la franquicia y toma otro camino, el de salir directamente a video. Es curioso la deriva que suelen tener algunas sagas de terror cuando alcanzan cierto número de entregas. Aunque a veces sí que toca la típica secuela, otras, es la hora de ir al espacio, de hacer un reboot/remake o de hacer una trama neo-noir con toques lynchianos como es el caso de Inferno. Toda la película se siente como si la Configuración del Lamento y los cenobitas estuviesen metidos a calzador solo para poder poner Hellraiser en la caratula del DVD y así tener un mayor éxito comercial. Aunque el resultado no es ni mucho menos el mejor, a estas alturas es innegable que aunque algo pretenciosa, esta quinta parte es un soplo de aire fresco a lo que Pinhead nos estaba acostumbrando.

[REC] 4 parece que quiere retomar un poco los orígenes de la saga, cosa que no les salió demasiado bien. Abandonar el formato de metraje encontrado me parece un tremendo error ya que se usa incluso en la primera parte de la tercera entrega y es lo que queda más vistoso y creíble. El argumento de la peli es bastante ridículo en general, con la 3 por lo menos te echas unas risas, con esta ni eso.

En Behind the Mask: The Rise of Leslie Vernon nos encontramos un curioso homenaje al cine slasher de los años 70 y 80. La cinta tiene dos partes muy diferenciadas; en la primera, nos encontramos con un falso documental (o mockumentary), en la que una serie de documentalistas nos cuentan la leyenda de Leslie Vernon y entrevistan al mismo. Este, nos narra con todo lujo de detalles cómo va a reaparecer en el pueblo, cómo escoge a las víctimas, cómo prepara los escenarios, cómo da pistas... De una manera que nos hace ver que lo tiene todo bajo control. El filme está ambientado en un mundo donde los míticos asesinos del género como Freddy Krueger, Jason Voorhees y Michael Myers son reales. Todo está contado con un lenguaje muy meta como si el asesino fuese el guionista de la propia película y siendo constantemente referencial al slasher, pero a su vez deconstruyendo de forma paródica las típicas normas no escritas del mismo. La segunda parte acaba abandonando el formato de cámara en mano y pasa a ser una película convencional. En esta, Leslie intenta llevar a cabo su plan, que transcurre en la típica cabaña perteneciente a la familia del asesino, junto al también típico grupo de adolescentes irritables y prescindibles. Me recordó mucho a la recomendadísima Ocurrió cerca de su casa (C'est arrivé près de chez vous), falso documental que trata también sobre un grupo de periodistas que siguen la rutina de un asesino, ambas con el toque de humor negro pertinente. P.D.: Siempre es buena noticia ver a Robert Englund por sorpresa en una película.