Es uno de los mejores doramas que he visto hasta ahora.
Toda la trama que se carga hasta los últimos minutos son tan impactantes y emocionantes que no te dejan apartar la mirada hasta terminar de ver todo.
Con este drama reà tanto como lloré, las lágrimas y risas que me provocaron son las que me hacen entender que será muy difÃcil encontrar otra serie coreana que me cause la misma satisfacción.
Tengo que admitir que me quedé con las ganas de ver una temporada más, o por lo menos un capÃtulo, que me demuestre que Oh Gong logró su meta. Pero sabemos que ese "demente" no se rendirá hasta lograrlo, y está por demás decir que Seon Mi jamás dejará de esperarlo.
Por eso y todo lo demás, me quedo tranquila y feliz con esta fantástica historia.