Una verdadera pena que nuestros impuestos se utilicen para subvencionar un programa de televisión de calidad más que defectuosa, ningún tipo de rigor y con un interés social que no alcanzo a descifrar. Es la España que nos toca vivir, tristemente esperpéntica y con una sociedad que no somos capaces ni de defender nuestros derechos como ciudadanos.