La tesis subyacente en la pelÃcula sobre 'Alexia' que ya en la foto del cartel le ponen un aire vesánico, serÃa que esa niña, con su 'voluntad' habrÃa inducido la muerte en accidente de su progenitor, y secundariamente, que no se debe permitir que los cristianos, o los católicos, tengan esa 'fuerza mental', presente en entornos hebreos, masónicos, y chamanÃsticos, de los que la pueden heredar, y que finalmente no serÃa más que un conocimiento de ciertos aspectos de la astrofÃsica, la 'Spooky action at a distance' de la que se burlaba Albert Einstein, el 'Quantum entanglement' de hoy, la posibilidad de moverse adelante y atrás en el tiempo, como Saturno, Cronos, Moloch, Remfam, Keffan, a lo que se podrÃa llegar por tecnologÃa, como habrÃan hecho los extraterrestres.
Alexia está enterrada en una urna en un templo madrileño, lo único bueno que hizo 'Pepe Botella', el hermano de Napoleón Bonaparte, fue prohibir los enterramientos en los templos, aunque parece que fue por motivos de higiene y salubridad, la medida es prudente y piadosa. No solo hay un cierto culto a Alexia sin haberlo decretado la congregación para las causas de los santos, sino que la pelÃcula apunta que ya tuvo 'culto' en vida, absolutamente inaceptable.
Hay muertes más o menos penosas, los que piden eutanasia señalan primariamente unos malos cuidados paliativos, los familiares que la piden querrÃan librarse de los sufrimientos que les causa ver el estado de su allegado, más que cortar los padecimientos del enfermo. No se han recogido datos, que yo sepa, de cuántos recuperados tras haber estado 'llenos de tubos y vÃas para inyección', renegasen haber pasado por esos tratamientos. Salud +