Esta serie televisiva ofrece un enfoque cautivador sobre la vida en una prisión y la intriga de un agente encubierto. Aunque podrÃa parecer otro thriller convencional de infiltración policial en un entorno carcelario violento, revela un alcance mucho más profundo.
La trama se despliega con un ritmo meticuloso, desentrañando con minuciosidad los hilos de la corrupción. A medida que el protagonista, Miguel/Pastor, explora su complicada situación, descubre que está atrapado en una telaraña de dimensiones mayores. Si bien el secuestro es el eje central, cada personaje, incluso los secundarios, es un mundo en sà mismo, dotado de desarrollo y trasfondo. Ningún individuo queda en la sombra.
La ambientación es sorprendente y hábilmente lograda. Revela los múltiples rostros de la prisión de San Onofre, desde sus pasillos repletos de historias hasta el improvisado patio con celdas de cartón y trozos de tela, evocando la atmósfera de un documental carcelario auténtico.
La música se convierte en un elemento vital, enriqueciendo las escenas y evocando el motivo subyacente de la trama. Más que un simple acompañamiento, se convierte en la voz de los presos perdidos en la multitud, en perfecta sintonÃa con las destacadas interpretaciones de los personajes principales.
Esta serie se destaca en numerosos aspectos positivos que contribuyen a la narrativa. La dirección otorga libertad a los actores, lo que se refleja en la fluidez y coherencia de sus interpretaciones. Los personajes, notoriamente diversos y alejados de estereotipos preconcebidos, confirman la destreza creativa en la creación de esta cautivadora historia