Natalia Posada García

Una película muy conmovedora y también llena de muchas reflexiones. Aquí no sólo vemos la competencia por ser el mejor, las relaciones tóxicas familiares, sino que vemos un amor incondicional que va más allá de cualquier frontera geográfica. Para mí, Mija representa un ser humano que todos deseamos ser: valiente, fuerte, que desea salvar a su mejor amiga, un ser humano lleno de amor, que no ve el dinero, sino los sentimientos. Esta película nos permite explorar el dolor que sufren los animales, el maltrato que reciben, pero también, ver tantas personas que vuelven su vida una lucha para mostrar las atrocidades que hacen en los laboratorios, las fábricas y quienes tratan a los animales como sólo carne. Es una historia muy conmovedora, inclusive el final, nos muestra cómo una supercedita logra entregarles a su bebé para que lo salven. Y es duro porque aunque Mija estaba concentrada en Okja, no podía dejar de pensar en el dolor que muchos estaban viviendo en ese momento. Aquí, también entra un análisis importante de cómo somos los seres humanos. El poder, la avaricia, los traumas, la infelicidad, las apariencias, los medios de comunicación, las influencias, hacen que se pierda en sí mismo y no mira más allá de lo que hace. Mi mensaje es ser más como Mija, una fuerte y guerrera niña, con un corazón tan grande, tan noble, tan puro que para ella salvar y rescatar a Okja, fue su prioridad. No miró atrás, al contrario, siempre alzó su mirada en busca de su mejor amiga, a quien amó de verdad.

Me quedaron algunos baches por aclarar y es cierto, por ratos se vuelve aburrida, al intentar descifrar todo lo que ocurre adentro. Sí, tiene momentos importantes donde uno cuestiona la naturaleza humana, el desorden, el caos, el ego, el poder. Creo que que las películas que relacionan el espacio siempre quedan a medias, es ese final abierto a la interpretación del espectador, en donde es el quien le da su final basado en lo que podría ser. Para mí, el final, es que llegaron al planeta que pretendían colonizar y de ahí un nuevo comienzo de vida. Aun así no fue claro. El desarrollo de los personajes, sí, cada uno actuaba bajo lo que consideraba mejor y ahí nos damos cuenta la importancia de un buen Líder, pues de esto, dependerá el curso de la misión. Algo, para mí vital y que me lleva a la reflexión y es que como humanos venimos aferrados al miedo. Cuando Zack, estaba pequeño, le dijo a Ricard que tenía miedo y luego lo vimos enloquecer, ser un líder que sólo quería mandar y destruir y ahí vemos como tanto conocimiento , tanta información e inclusive el encierro para que no vieran la realidad, sacó de ellos su naturaleza humana. Un punto que me deja pensando en lo que somos como humanos y lo que está bien y está mal. También cómo funciona nuestro cerebro.