Es verdad. Pasaron muchos años en las investigaciones neurológicas y ahora se torna real , palpable el sentido de los recuerdos. Se disparan así, de repente y uno vuela a velo idades supersonicas a épocas, edades muy remotas. A veces es un sabor, un color, un olor, una imagen, un sonido, el tacto . Las yemas de los dedos que operan como antenas en la tarea de busqueda.