InverosÃmil. Estúpida. Mal guionada. Mal actuada. Mal dirigida. Sin sentido. Mal concebida. Mal realizada. Pésimamente musicalizada. Malos chistes. Horrible estética. Cursi. Llena de los menos selectos lugares comunes. Inconsecuente en cada escena. Incoherente. Una basura que corrobora que, aunque uno por lástima cada tanto vea una pelÃcula argentina, nunca hay que ceder a la piedad.
Lo único rescatable es Natalia Oreiro, porque nos cae bien.