Ni para decepcionarse ni para decir que fue una gran pelÃcula… hay que aceptar que ya no somos niños de los 90s, y nada que saque esta franquicia nos volverá a entretener tanto como la aventura y magia de la serie original de Dragon Ball, ni nos nos hará erizar la piel como ver a Gokú convertirse por primera vez en súper sayayin. La serie hace mucho no se ha caracterizado por la coherencia con los niveles de poder, ni por sus tramas o personajes complejos. Sus pelÃculas en su mayorÃa son repetitivas y muy predecibles. Al menos esta pelÃcula, si bien es predecible, se sale al menos un poco del molde de siempre y es entretenida para pasar el rato.