Una caricia al alma entre tanta basura y juegos de tiros, que te lleva por una montaña rusa de emociones, dese incertidumbre y curiosidad a infantilidad a incertidumbre al miedo también enojo, a un alivio tremendo en la torre para después hacernos sentir la desesperación de querer salvarte, el miedo a la muerte para por último sentir la impotencia de no poder hacer nada por cambiar el destino... Para (ahora sí) darnos el alivio y satisfacción final de llegar al destino y haber vencido. Nunca había sentido algo así en una obra o película o incluso videojuego. Con el detalle final de que la única voz que escuchamos está en los créditos. Si prestas atención te das cuenta del lore y lo vas intuyendo solo. No le den bola a Friky 96 es un pelotudo que solo juega fortnite