Me ha encantado "65", esta transparente pelÃcula de supervivencia en el Cretáceo, entre otras cosas porque ofrece propuestas muy interesantes a lo largo de sus escasos 90 minutos.
Por ejemplo, que la Naturaleza no sea un frio fondo generado por ordenador donde se desarrolla la acción, sino un lugar vivo, luminoso y real, con personalidad propia, majestuoso, salvaje, inhóspito y hostil. capaz de devorar, cocer, aplastar o enterrar a todo aquel que ose caminar por su superficie, sea quien sea y tenga el armamento que tenga.
De otra parte los dinosaurios no están en esta pelÃcula para ser centro de la acción, admirados, perseguidos o cazados, sino temidos. Ellos son la amenaza en la sombra, el reflejo más visible y peligroso de esa naturaleza primigenia y desatada de la que forman parte como una pieza más.
Y por último Adam Driver, un hombre angustiado y herido, con unas gotas de ternura y mucha, mucha acción sobre sus anchas espaldas, demostrando que sólo con su cuerpo, sus ojos y su cara, sin apenas palabras, puede transmitir todo lo que se le pide e ir todavÃa un poco más allá.