Edgar Morin con su vida, su consecuencia, sus convicciones profundas que fue desarrollando y compartiendo, ha realizado muchos aportes a nuestras vidas, manteniendo su integridad y aceptando las opiniones diversas con respeto y siempre teniendo en cuenta aquellas ideas que han dado vida a enormes transformaciones en la vida intelectual y en el acaecer académico. Y su capacidad para pensar universalmente, y transmitir su entusiasmo juvenil siempre a flor de piel con todo aquello que contribuyese a ampliar la mirada, a superar el individualismo estéril que no alcanza a comprender la enorme riqueza que existe en cada ser humano y que sólo requiere estímulo para florecer y compartirlo con la humanidad. Es un pensador capaz de remover conciencias, sentimientos y conductas porque lleva en sí la semilla de un demiurgo universal, transversal, audaz y sencillo a la vez.