Un profundo duelo y una dulce amistad crean una sensación de melancolÃa única. Los coherentes diálogos no sobresaltan, no pretenden mucho, son simples y muy naturales. Quieres encontrar más de ellos dos, pero esa sutileza hace que sea suficiente lo que se muestra. Llega al punto indicado la emotividad no es empalagosa y unos finos detalles que adornan la pelÃcula, la música el trabajo en el campo y la estrecha relación de Leo con su hermano.