Hace algunas semanas un famoso escritor decía que si una novela no le enganchaba en las veinticinco primeras páginas, la tiraba.
Al ”Enigma de cuatro" le di el beneplácito de la duda y leí cincuenta y una páginas, y ciertamente no solo no me engancho, sino que me pareció una novela tediosa, infumable y pesada. No se la recomendaría ni a mí peor enemigo... ¿o si?