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Podría resumirse en que una historia que prometía horror se termina convirtiendo en una cursi historia de amor. En primera instancia la enfermera Ratched parece decidida a hacer lo que sea necesario para conseguir lo que quiere pero la trama cambia y va decayendo hasta convertir a la protagonista en una adolescente enamorada que se olvida de todo y se escapa a vivir su amor en un paraíso. Completamente de relleno la historia y el papel de Sharon Stone que termina en la nada. Lo más indignante de la serie, el final pedorro que le dieron a la temporada: cómo se puede explicar que una persona loca que cambia de personalidad cada 30 segundos pueda andar de aquí para allá como si nada; que entre a un hospital de salud mental como quien va de paseo y como dueño por su casa salga escapándose con el criminal más buscado del país… y esto no es lo peor sino que después andan libres por el mundo, como dos personas normales, matando gente a mansalva: una loca negra que le grita a cualquiera que se cruce y un criminal cuya cara sale en todos los diarios. No sólo eso, encima se les une la mujer del motel… que tan difícil es descubrir quién revela el lugar dónde se esconde Ratched? Completamente desperdiciado el personaje del doctor. Capítulos innecesariamente largos con muchas escenas de relleno. Lo único para destacar es la enfermera Betsy (aunque también pasa de bruja mala a la mejor amiga del mundo) y el tema del vestuario, coches y locaciones. Increíble que esto sea del mismo creador de AHS.