Edgar Cordero

Película no apta para racistas, que se debería poner en los institutos. Un tratado sobre el estrés post traumático del horror vivido. Estamos acostumbrados a ver películas americanas sobre el terror vivido por soldados que van a invadir países a los que nadie ha pedido que vayan, bueno, pues este es el otro lado, el de los que estaban en esos países, de los que han visto masacrar a sus familiares y amigos, de los que han abandonado su tierra y sus raíces, de los que han perdido lo que más quieren y, por si fuera poco, son rechazados allá donde van. La película es muy dura.