"Longlegs" se presenta como una pelÃcula de terror que promete revolucionar el género, pero lamentablemente, no cumple con esas expectativas. Dirigida por Oz Perkins, la pelÃcula falla en crear la atmósfera de terror que uno esperarÃa. A pesar de contar con un director que ha demostrado talento en trabajos anteriores, en esta ocasión, la dirección carece de la tensión y el impacto necesarios para sostener una pelÃcula de este género. Las decisiones narrativas y estilÃsticas parecen más enfocadas en un crimen que en el terror, lo que diluye completamente el objetivo de asustar al espectador.
El equipo de marketing también merece una crÃtica. Las campañas promocionales que aseguraban que "Longlegs" serÃa una revolución en el cine de terror resultaron ser nada más que un engaño. El público entra a la sala con la expectativa de experimentar algo innovador y aterrador, solo para ser recibido por una historia que apenas roza los lÃmites del suspense y está lejos de ofrecer algo nuevo o verdaderamente aterrador. Este desajuste entre la promoción y el producto final deja una sensación de decepción.
En cuanto a los aspectos técnicos, aunque hay algunos ángulos de cámara bien logrados, estos no son suficientes para compensar la falta de una narrativa convincente. El ritmo es lento, y las escenas que podrÃan haber sido escalofriantes resultan predecibles y carentes de fuerza. La dirección de Perkins se siente desconectada de las necesidades del género, y como resultado, "Longlegs" se queda corta en todos los frentes.
En resumen, "Longlegs" es una decepción para quienes esperaban una experiencia aterradora e innovadora. La pelÃcula no consigue establecerse como un verdadero exponente del terror, y la exagerada campaña de marketing solo contribuye a aumentar la frustración del espectador. Si buscas una pelÃcula de terror que realmente te mantenga al borde del asiento, esta no es la opción adecuada.