Valeria Bocanegra

La premisa se escuchaba interesante y, dentro de la película, parecen insinuarse temas más serios sobre la gente empequeñecida, pero nada más es la mención, no se desarrolla.

Muy divertida por las razones equivocadas. Borat sacó lo peor, inadvertidamente, de la sociedad norteramericana (específicamente de un sector de la población, los denominados "white trash").

Tár es una película que, con la misma sutileza con que se ejerce acoso y hostigamiento, muestra a una mujer que aprovecha su autoridad para ejercer distintos tipos de violencia en su entorno inmediato. Pero Tár no es solo una película sobre el acoso y hostigamiento, sino que también nos muestra el desarrollo de personaje de la protagonista que, como todo ser humano, es contradictoria.

La película es entretenida, pero me parece excesivo afirmar que pertenece al género de las cintas que son "cartas de amor al cine". Sí veo un intento de homenajear al llamado séptimo arte, pero nada más eso. Es innecesariamente larga y en no pocas ocasiones muestra escenas que no aportan nada a la trama. Los personajes son sosos, con poco desarrollo, lo que impidió que me interesara por seguir su historia. Así, la motivación para continuar viendo el desarrollo de la historia era ver más pedazos de la industria del cine, del detrás de cámaras que, personalmente, encuentro muy interesante y satisface mi curiosidad. Más allá de esas secuencias de rodaje que, a veces (hay que reconocerlo) quedaron muy bien logradas, no encontré mucho entusiasmo. Un elemento a su favor es la banda sonora. Más allá de eso, pues nada, una película entretenida, pero que dura más de lo que debería.