Es una buena película con dos actores de renombre que hacen un buen papel como papas. Con honestidad no la volvería a ver por muchas razones; nos ocultan muchas interioridades de la iglesia, no nos dice la verdad de porque Jorge Bergoglio no quería ser papa, aunque en algunas escuetas frases menciona el homosexualismo, el celibato, el banco del vaticano (menciona los altos intereses de los bancos argentinos ocultando la relacion del banco del vaticano mafia italiana, el lavado de activos) y tampoco nos dice la verdad de porque Razinger renunció al papado, cuando mundialmente se supo que fue por razones delicadas que ocurren dentro del Vaticano.
A los que tienen ese sesgo religioso les gustó porque esconde los crímenes de la iglesia católica, incluso baja la voz cuando habla del pederasta del opus dei.
Es admirable como estos dos actores encarnan a los dos papas, pero eso es todo, una actuación de lujo sobre dos papas casi ficticios.