Un libro que no podemos dejar de leer si queremos entender la espiritualidad contenida en la Ceremonia del Té, un acto ritual en que se expresan la belleza, frugalidad, mesura, moderación, sobriedad, propendiendo a una cultura de la paz y a un encuentro. Lo que tampoco aprendimos de los griegos, y que encierra el concepto de "sofrosine". El arte ha exaltado la hibris signada como falta por los griegos, cuyo castigo es la némesis, "por querer más que la parte que le fue asignada en la división del destino. La desmesura designa el hecho de desear más que la justa medida que el destino asigna. El castigo de los dioses tiene como efecto "devolver al individuo dentro de los límites que cruzó", opuesto a sofrosine, que personifica la sobriedad, moderación y control de los impulsos y de sí mismo. De los griegos se exalta Hibris, el titanismo; y de los orientales, como lo dice su autor, Okakura, la cultura de guerra de los samurais, en lugar de la cultura de la paz contenida en el acto ritual, "en que cada detalle es esencial para la búsqueda de la perfección estética y espiritual, y que refleja mejor que ninguna otra celebración la esencia de Japón".
Así, desde la visión del autor, podemos percibir otra opción que nos ofrece Oriente: una cultura de la paz, opuesta a la cultura de la guerra, con la que nos identificamos en los tiempos actuales.