Este pequeño cortometraje nos ayuda a entender la capacidad de comprender que solo somos una mota de polvo girando alrededor de una estrella que ya vivió la mitad de su vida y que en un largo periodo de tiempo, tanto esa estrella como nuestro planeta y nuestros vecinos planetarios se destruirán, pero el final de nuestro Universo nos ayuda a entender que a pesar que al igual que nuestra vida, que nacemos con el calor que nos daba el vientre materno y morimos con el frío que llega cuando nuestros cuerpos ya está agotando su energía vital, nuestro Universo podrá renacer como el ave fénix y tal vez ese nuevo Universo podrá ser igual al nuestro y así, revivir la vida que cada uno de nosotros tenemos y por ello, a pesar de la llegada de una crisis existencial o llega el momento de morir, hay que alegrarnos por lo que nos ocurre.