Tres miradas distintas y a la vez entrecruzadas y, muy realistas, de las relaciones entre adultos, padres-hijos, papá-hijo y mamá-hijo. Rutina, deseos de ser distintos, temor a hacerse responsable de otro, terror a ver la propia realidad; al final, representacion de la antigua frustración humana: no ser dueño absoluto del futuro... Menos del presente. Solo podemos atesorar el pasado y añorar las posibilidades que perdimos.