Una pelÃcula que más allá de sus pretensiones se queda a medio camino de sus objetivos. Branagh filma pulcramente una pelÃcula que no termina de elegir el drama o la comedia, la reflexión histórica de los difÃciles tiempos de los tumultos irlandeses es apenas un telón de fondo pintado con gruesa broca de la vida preadolescente de un niño y su familia tensionada por el entorno. Hay momentos y diálogos muy destacables, una gran fotografÃa, la música de Van Morrison envolvente y mágica, y los guiños al cine de la infancia del propio Kenneth Branagh como señal ineludible de que la pelÃcula es autobiográfica, sin embargo el guión prefiere transitar más bien por ideas superficiales