Tal vez haya que verla dos veces.
En la primera entenderás, verás el hilo, admirarás algunas actuaciones y dirás: Bien.
En la segunda comprenderás el ser hija, el ser madre, el ser hija-madre y dónde quedaron los padres.
Conmueve.
Las actuaciones excelentes, sobre todo la madre, qué madre.
Y la esencia vasca, tan bella y con ese aroma a mar.