Una serie con muy buen argumento, efectos especiales realistas y bien elaborada, la cual sin duda nos pone a reflexionar sobre lo complicados que somos los seres humanos emocionalmente; Arysa sin duda es el alma de la serie, aunque sea una robot, y su forma de asimilar el comportamiento humano sea artificial, demostró que lo artificial puede llegar a ser más humano que el propio ser. Espero ver en la próxima temporada una Arysa más evolucionada y que llegue a ser feliz, lejos de personajes como Georgi y toda su familia que no son más que unos desagradecidos y poco empáticos a excepción de la niña y el abuelo.